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Blog de materiales compartidos para estudiantes de Psicología de la Materia PSLA - COM 12 Y 13
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martes, 25 de octubre de 2022
lunes, 24 de octubre de 2022
TEXTO DE DIEGO NADDEO (CLASE DEL VIERNES 28/10)
HACIA LA CONSOLIDACIÓN DE UN CAMBIO DE PARADIGMA. LO FUNDAMENTAL DE LA LEY 26.657. INPLICANCIAS PARA LA CIUDAD DE MAR DEL PLATA. LEY 26657. 10 AÑOS DESPUÉS.
• ¿Qué objetivos se plantean los textos?
• ¿Qué relación puedes establecer entre los subsistemas de salud y los Modelos de Acumulación ya estudiados? • ¿Cuál es la situación socio-económica, de los usuarios en el Partido de Gral. Pueyrredón?
• ¿Qué aspectos, analiza el autor, respecto a la Ley de Salud Mental?
• ¿Qué observaciones realiza a 10 años de la sanción de la Ley?
• ¿Qué instituciones se encargan, en Mar del Plata, del tratamiento de las adicciones y qué realidades se describen en el texto respecto?
• ¿Qué argumentos esgrime el autor para afirmar el “incumplimiento del objetivo central de la Ley
domingo, 23 de octubre de 2022
Textos: Beccaria y Vinocur e Irene Bucci (compilando el texto de Tuñón, I. Infancias. Progresos y retrocesos en clave de desigualdad).
GUIA DE LECTURA ORIENTADORA. CLASE 23-9
Unidad 2. Estructura social en Argentina.
Textos: Beccaria y Vinocur e Irene Bucci (compilando el texto de Tuñón, I. Infancias. Progresos y retrocesos en clave de desigualdad).
Pensar la estructura social de América Latina en general y de Argentina en particular, es un desafío en términos de su complejidad y de considerar las múltiples variables que atraviesan y configuran el tejido social, que se han conformado históricamente.
Para comenzar a comprender las dinámicas de estructuración y las desigualdades persistentes en la estructura social es preciso tomar en cuenta, al menos, dos cuestiones. Una de ellas es analizar los procesos históricos para observar cómo las estructuras, dinámicas y problemáticas actuales se han constituido y atender a su complejidad. Una segunda cuestión es considerar en el análisis distintas variables involucradas, tanto las económicas como otras dimensiones también que hacen visibles los procesos de exclusión -y no solamente sus resultados- y las fuertes desigualdades.
En este sentido, en esta clase trabajaremos con dos textos.
El primero de ellos es de Beccaria y Vinocur, que hace un recorrido historio del desarrollo de la pobreza en Argentina. En esta breve reseña histórica de la pobreza en nuestro país, es conveniente relacionar lo estudiado acerca de los modelos de acumulación y de esta manera, poder ir siguiendo la descripción de los autores y establecer relaciones causales con las características de las distintas etapas históricas. Particularmente tomar en cuenta los diferentes roles del Estado a lo largo del desarrollo socio-económico y político en la Argentina.
Los textos también plantean cuándo se introdujeron las mediciones de la pobreza y cuáles son los dos de los métodos de medición utilizados en la Argentina, estos son: la LP (línea de pobreza y las NBI (Necesidades Básicas Insatisfechas). Estas formas de medición, permiten establecen estratos o “grupos” de pobreza con características específicas en base a la articulación de los indicadores de LP y NBI, surgen los sectores sociales denominados como pobres: transicionales, estructurales, pauperizados y de pobreza extrema.
Esta clase esta complementado con los textos de Svampa, desarrollados en los teóricos, en donde se hace hincapié en la conformación tradicionales por sectores altas, medios y populares. Nuevamente se recomienda la relación con lo visto a lo largo del eje histórico (modelos de acumulación), en tanto con las alianzas de los diferentes sectores fueron conformando parte de la estructura social de la Argentina. El texto de Svampa completa la mirada sobre nuestra sociedad, con un desarrollo histórico y sus improntas culturales, las cuales nos ayudaran al análisis y compresión de cómo se han ido conformando los diferentes sectores sociales. Prestas especial atención al referido a la clase media, por su particularidad política, económica y heterogénea.
Todos estos textos son de relevante importancia a la hora de establecer las relaciones entre la formación del psicólogo y el contexto en donde desempeñará su labor profesional. La posibilidad de abordar el análisis de las diferentes problemáticas sociales, en este caso la estructura social de nuestro país y en especial la pobreza, saliendo de los estereotipos culturales que nos han ido construyendo prejuicios que nos obstaculizan nuestra mirada crítica y analítica.
Por último, el texto de Tuñón, compilado por la Lic. Irene Bucci, analiza la pobreza infantil en la República Argentina desde una mirada multidimensional. Esto es sumamente importante porque rompe con el análisis meramente económico, incluyendo otros dos puntos de referencia: el desarrollo social y el contexto territorial. Éste es buen punto de enlace con el texto anterior (Beccaria y Vinocur), especialmente al hablar de LP y de las NBI.
Así, para poder evaluar la pobreza en las infancias y adolescencias en nuestro país, Tuñón no sólo considera al ingreso per cápita para medir la economía de una familia, sino que además toma en cuenta como indicadores a ocho derechos sociales y humanos (y sus niveles de vulnerabilidad), así como la cohesión social: la desigualdad social, las características socio/demográficas y las configuraciones familiares.
Con esta medición, clasifica a las personas dentro de cuatro categorías: pobreza multidimensional, vulnerabilidad por carencias sociales, vulnerabilidad por ingresos, sin pobreza multidimensional o vulnerabilidad.
Con los datos estadísticos que arroja la autora, sería enriquecedor para la lectura tener presente el rol del Estado, para poder pensar y relacionar cómo éste tiene efectos en los resultados que aporta el texto.
Al analizar todas estas cuestiones abordadas en los diferentes textos, es interesante preguntarse de qué manera esta información y este modo de analizar la problemática, es valiosa a la hora de pensar la formación y el accionar de los psicólogos en los distintos ámbitos de ejercicio profesional.
Guía de lectura:
1) En base a la lectura del texto de Beccaria y Vinocur, describa el proceso histórico de configuración de la pobreza en Argentina y articúlelo con los distintos modelos de acumulación trabajados.
2) A. Explique cuáles son las formas de medición de la pobreza que señalan los autores.
B. Describa qué tipos de pobreza se obtienen al cruzar ambos métodos (pauperizados, transicionales, estructurales, indigencia).
3) En relación con el análisis histórico realizado en la primera consigna y las lecturas sobre clases sociales de teóricos (Svampa), relacione cada tipo de pobreza con los sectores sociales que han atravesado esa situación socio-económica. Por ejemplo, ¿quiénes fueron los considerados “nuevos pobres” (pauperizados), en qué momento y por qué motivos?
4) Describa, en rasgos generales, cuáles fueron los resultados que arrojó el análisis realizado por la autora. ¿Cómo se relacionan estos resultados con el rol del Estado y la implementación de políticas públicas?
5) ¿Cómo influye la inequidad y desigualdad en la transmisión intergeneracional? Relacionar con movilidad ascendente y descendente. ¿Cuál manera de abordar esta problemática considera necesaria?
6) Reflexione sobre qué piensa que le aporta a su formación en psicología estos análisis y si considera que le será valioso para el accionar profesional. Argumente.
7) Luego de leer el texto de Bucci, elabore un cuadro conceptual en donde se pueda visualizar las diferentes varias y sus consecuencias, la pobreza en la niñez.
BIBLIOTECA DE MATERIALES
- UNIDAD 1
https://drive.google.com/file/d/1e67U1oPZwaCLLBLxDneEzIzRdabiPYjX/view
- UNA APROXIMACIÓN A LA ESTRUCTURA SOCIAL DE LA ARGENTINA ACTUAL. ARGENTINA DESPUÉS DE MACRI
https://drive.google.com/file/d/1QMPzTJT63DWfeLj3RvwCKeJ7E2JWNUX-/view
- UNIDAD 4
https://drive.google.com/file/d/1e5KRFADP0QeYvYOd-pO1N8dOsF7pCyCx/view
- UNIDAD 5
https://drive.google.com/file/d/1NIlN4PeAlAj8_cn2Wckb28KaqJACxJje/view
¿Por qué la desmanicomialización? — Por Hugo Cohen
Con el retorno al sistema democrático, en 1983, la provincia de Río Negro inició una profunda transformación, que planteó una nueva cultura en la atención de la salud mental, conocida en el contexto local como desmanicomialización. Incluyó el cierre del hospital psiquiátrico provincial y la sanción de la ley 2440, el 11 de septiembre de 1991. Hasta entonces, el sistema de salud mental comprendía un hospital psiquiátrico en la ciudad de Allen –a 500 kilómetros de la capital provincial–, cuatro servicios en hospitales generales de distintas localidades y un par de especialistas en dos hospitales provinciales. Las personas con trastornos mentales severos eran internadas en el hospital psiquiátrico o fuera de la provincia. El 65 por ciento de los pacientes internados en el hospital psiquiátrico era derivado desde los servicios de salud mental de los dos hospitales generales más cercanos.
El principal problema era que las personas con trastornos mentales severos no accedían a tratamiento y rehabilitación en su medio habitual. El 90 por ciento del recurso humano de salud mental se concentraba en el hospital psiquiátrico. A esto se sumaba la inexistencia de una política de salud mental, la inadecuada formación en salud pública de los profesionales de salud mental, así como los hábitos, prejuicios y valores de los profesionales y la sociedad, que resistían la inclusión social de estas personas, y el fuerte control social en comunidades pequeñas con complejos vínculos interpersonales. La cultura sanitaria de las localidades de la provincia consistía en esperar a “los especialistas” provenientes del centro hospitalario de mayor complejidad. Estos profesionales viajaban para asistir a largas filas de pacientes o, en el mejor de los casos, capacitaban al personal local en la detección de las problemáticas de salud mental para derivarlas al sitio que contara con un especialista. Este, luego de intervenir, devolvía al paciente a su lugar de proveniencia, a lo sumo con prescripción de psicofármacos, que a menudo eran interrumpidos prematuramente, porque la familia no podía costearlos o por efectos adversos sobre los que con frecuencia no eran advertidos. La oferta farmacológica aislada y sobre todo la falta de seguimiento anunciaban el abandono del tratamiento. Este derivar y delegar, que generaba deterioro, desánimo y desinserción social, se reiteraban para la misma persona cada vez que tenía una crisis.
En 1985, por decisión del ministro de Salud provincial, se creó el Programa Provincial de Salud Mental. Se organizaron equipos móviles de intervención en crisis, en los que participaban trabajadores de los escasos servicios de salud mental de los hospitales generales, quienes ya no viajaban sólo para atender sino con nuevas estrategias, como rescatar y potenciar los recursos de los trabajadores de salud y de la propia comunidad local: estos recursos eran capaces de responder a las situaciones de crisis, pero era necesario validarlos y fortalecerlos. El equipo siempre intervenía con participación de algún efector local, no en solitario como los especialistas viajeros. Así se promovía la socialización de conocimientos. Y se generó un intercambio permanente con los interlocutores locales –a los que se denominó “referentes”–, con acuerdos mutuos para responder a los problemas de salud mental.
La capacitación de los profesionales –de salud general y especialistas en salud mental– para que, al atender a las personas en crisis, propiciaran su permanencia en la comunidad, no había sido parte de la formación tradicional en salud mental. La acción fue impulsada por la idea de que la mayor parte de las personas poseen capacidades para ayudarse a sí mismas y para ayudar a otros, si se las favorece, sostiene y acompaña con información, capacitación y seguimiento, y si se generan contextos de libertad y solidaridad.
Fue fundamental la apertura de camas en todos los hospitales generales de la provincia, normatizada en 1986: efectivizó una alternativa concreta para la atención de la urgencia en salud mental y para la internación de toda crisis, que permitiera prescindir de la internación manicomial. Esto inauguró un proceso que generó múltiples resistencias, reflejo de una cultura de exclusión de la salud mental del espacio general de salud. Para dar respuesta a estas situaciones se construyeron espacios de reflexión, debate y acuerdos, donde participaran todas las personas y sectores involucrados, a fin de dar apoyo emocional e instrumental, en cada localidad, a la atención de una persona en estado de crisis. Se convocaba a representantes de los sectores profesionales y no profesionales del hospital general local y de los centros de atención primaria, a los vecinos, la policía, los líderes religiosos, los miembros de la comunidad educativa, de los municipios, de los medios de comunicación y demás referentes de esa comunidad, incluyendo a quienes se sintieran convocados por la situación. Se procuraba identificar las capacidades y posibilidades de intervención y ayuda a las personas en crisis, así como detectar y disminuir los miedos y ansiedades que despertaba la cercanía con “la locura”.
La asistencia a estos espacios era abierta. La convocatoria era un esfuerzo arduo y permanente, mediado por diversas intervenciones del equipo de salud mental: convocatoria escrita a autoridades locales, avisos por radio, llamadas telefónicas reiteradas, visitas en terreno, mensajes por medio de vecinos, identificación de interesados potenciales, así como de informantes clave. Existía el convencimiento de que el equipo debía lograr involucrar activamente a los diversos sectores y miembros de cada comunidad.
Era necesario hacerse cargo del usuario y de su familia desde el primer contacto hasta la reintegración comunitaria. Si el usuario no concurría al tratamiento, se iba al domicilio a contactarlo; si existía una situación compleja en la familia, que generaba problemas en la vida del usuario, se la incluía en el tratamiento hasta resolverla.
Agentes sanitarios
Se sumaron a la tarea agentes sanitarios no profesionales, que eran parte de los recursos humanos de Río Negro, provincia pionera por su tradición sanitarista, que priorizaba la atención primaria de la salud. Su función básica era realizar rondas domiciliarias: cada agente sanitario tenía asignado un número de viviendas que visitaba periódicamente para hacer un seguimiento de los problemas prioritarios de salud, como detección precoz de enfermedades e identificación de personas en riesgo. Estos agentes, que fueron capacitados, se convirtieron en recursos clave en las estrategias de seguimiento de usuarios con trastornos mentales severos en su vecindario. Los servicios de salud mental iniciaron encuentros periódicos con los agentes sanitarios, en los que se trabajaba en colaboración. Un ejemplo de ello fue el seguimiento domiciliario de las personas con trastorno mental severo y alcoholismo, para asegurar la toma de medicación y detectar descompensaciones.
Cuando un agente sanitario identificaba a un usuario en estado de descompensación en su domicilio, se lo iba a atender. Cuando una persona requería hospitalización, se la internaba en el hospital general; en caso de urgencia y si la persona en crisis no llegaba al hospital, el equipo se trasladaba hasta donde se encontraba; si, una vez resuelta la crisis, la persona tenía dificultades para regresar a su trabajo o estudio, alguien del equipo se presentaba en esos lugares para gestionar su reintegración. Si había problemas judiciales, se acompañaba a los usuarios a los juzgados, mediando ante los defensores, forenses, curadores y jueces. También se hacían trámites y gestiones de subsidios u otros apoyos sociales junto con los usuarios o sus familias; en ocasiones se colaboraba con la limpieza de su domicilio, con la manutención de los hijos y con cualquier otra actividad que lo ayudara a organizar su vida cotidiana. El eje de las acciones debía estar dado por las variadas necesidades del usuario y no por la oferta terapéutica del agente de salud mental.
En algunas localidades, con ese recurso humano no especializado se llegó a formar un verdadero equipo mixto. Por ejemplo, los agentes sanitarios, luego de haber sido capacitados, se iniciaron en la coordinación de grupos de ayuda mutua para apoyar la rehabilitación de personas que presentaban un uso nocivo del alcohol u otras sustancias, en barrios periféricos. Esto implicaba sumar tareas, pero es probable que su rápida apropiación del tema se relacionara con el hecho de que varios de los agentes sanitarios tenían familiares que abusaban del alcohol y otros padecían violencia intrafamiliar: había entonces una elección personal. Además, varios de ellos eran feligreses del culto católico local y profesaban un fuerte compromiso social. Los agentes sanitarios fueron el germen de los operadores de salud mental, actores clave de la desmanicomialización. La incorporación de recursos humanos no especializados fue clave para desarrollar y sostener la desmanicomialización.
Por mucho tiempo no se contó en la provincia con estructuras y dispositivos intermedios. Centros de día, casas de medio camino, centros de promoción laboral y otros se fueron incorporando en la medida en que avanzaba la reforma. Al inicio, y en realidad durante todo el proceso de desmanicomialización, gran parte de las necesidades que esos dispositivos podían resolver se gestionaron mediante acciones intersectoriales e interinstitucionales o en el seno de la comunidad. Después se de-sarrollaron algunos dispositivos y estructuras propias para vivienda, como casas de medio camino, casas para personas declaradas inimputables, hogares de tránsito, y también estructuras para el funcionamiento de emprendimientos laborales, pero este desarrollo nunca pudo resolver la totalidad de las necesidades, que debieron ser resueltas por la interacción de los equipos de salud mental con otros sectores gubernamentales y no gubernamentales, provinciales, municipales y privados.
Se cierra el manicomio
En el Alto Valle del Río Negro, en la localidad de Allen, a pocos kilómetros de las ciudades de General Roca y Cipolletti, estaba el hospital psiquiátrico. Contaba con puertas blindadas, rejas en las ventanas, salas para la aplicación de electroshocks, salas de contención con paredes acolchadas para los pacientes denominados “furiosos”. El 65 por ciento de las personas internadas había sido derivado de los hospitales generales más cercanos, que a su vez contaban con servicio de salud mental: no era la falta de especialistas lo que causaba la reclusión en el hospital psiquiátrico, sino que el especialista, al no tener formación en salud mental pública y comunitaria ni capacitación para intervenir en crisis, se limitaba a detectar y diagnosticar el problema para luego referir al usuario al hospital psiquiátrico. Por eso, la capacitación continua en intervención en crisis y en técnicas de reinserción social fue una estrategia primordial.
En este proceso de cambios graduales se advirtió que, si perduraba un lugar de internación asilar, tarde o temprano volvería a utilizarse; sus camas se ocuparían y se perpetuaría la estigmatización de las personas con sufrimiento mental. También se observó que la intención de limitarse a internaciones breves en la institución psiquiátrica no prosperaba en la mayoría de los usuarios, que no tenían resueltas las necesidades de orden social, económico y de apoyo en su cotidianidad. En estos casos de desvalimiento, la institución se convertía en un lugar donde vivir, más que en un centro asistencial donde recuperarse. La presencia del hospital psiquiátrico producía efectos, no sólo en los especialistas –que, dada la existencia de la institución monovalente, continuaban disponiendo de ella, en vez de incorporar nuevos conocimientos y estrategias–, también se hacía sentir en la sociedad en su conjunto. Era frecuente en la provincia escuchar frases como: “... Estás para Allen”. La comunidad rionegrina tenía perfecto registro de contar con un lugar para encerrar la locura: el Hospital Psiquiátrico de la ciudad de Allen.
Esta institución llegó a hospitalizar alrededor de cien personas, aunque el número de camas ocupadas con regularidad era de entre sesenta y setenta, una cifra no tan elevada en términos absolutos aunque sí en relación con la población de la provincia. En todo caso, lo que hizo inviable esta institución fue su función de soporte y producción de una cultura depositaria y de exclusión conocida como cultura manicomial.
Fue necesario instituir la internación en el hospital general, a través de una decisión político-técnica que avalara y normatizara esta práctica y así cortara definitivamente la boca de entrada al sistema manicomial. La externación gradual de las personas asiladas en el hospital psiquiátrico de Allen, a través de las estrategias de reinserción social implementadas –sensibilización y preparación de la familia y la comunidad, y el apoyo subsiguiente para lograr la reintegración de la persona, entre otras–, se articuló con las otras acciones implementadas para superar la vida en el encierro. El hospital psiquiátrico comenzó a perder protagonismo.
La decisión del cierre del hospital, concretada en octubre de 1988, se tomó gracias a la experiencia adquirida. Todos los esfuerzos realizados para mejorar las condiciones de vida de las personas internadas en el hospital psiquiátrico eran insuficientes para lograr su mejoría clínica, y tampoco bastaban para la ulterior reintegración social, obstaculizada por la propia dinámica de asilamiento. Además, el esfuerzo realizado para externar a las personas cuya estadía era de larga data, con la consecuente reducción de camas que debería traer aparejado, se veía constantemente amenazado por la continua derivación de nuevos usuarios y las nuevas dificultades para poder externarlos. A estas dificultades continuas se agregaban las reinternaciones de las personas hospitalizadas anteriormente. Las incipientes alternativas de atención, al coexistir con el manicomio, quedaban en riesgo.
El proceso interno de reforma en el hospital psiquiátrico, durante toda la reconversión del sistema en la provincia, implicó un sinnúmero de conflictos y crisis del personal. Sin duda, este frente interno fue de igual o mayor intensidad que los conflictos en el exterior. Mientras que un sector del personal de salud mental de la provincia se sentía parte de esta transformación, otro sector se oponía. Expresión directa de estas contradicciones fue la derivación de personas internadas en el hospital psiquiátrico al hospital rural de Ingeniero Huergo, a menos de 100 kilómetros de la ciudad de Allen. Este hospital general se transformó así en receptor de una importante cantidad de usuarios que ocuparon la mayoría de sus camas, produciéndose una transinstitucionalización de las personas, en vez de su reinserción social. Esto requirió un posterior trabajo de externación del hospital de Huergo y de integración de los usuarios allí internados en sus respectivas localidades.
Estas situaciones producían una gran tensión en el proceso de reforma, que perduró durante años hasta la reconversión definitiva del personal. Pasarían casi diez años desde el cierre del Hospital Psiquiátrico de Allen hasta que la mayor parte de los hospitales generales de la provincia llegaran a contar con sus propios servicios de salud mental. Es necesario destacar que ninguna de las personas que trabajaban en el hospital psiquiátrico perdió su trabajo. Muchas de ellas se reubicaron en hospitales generales vecinos, mientras que otras se incluyeron en el servicio de salud mental del nuevo hospital general de la ciudad de Allen; muy pocos profesionales renunciaron por decisión propia.
En 1989 se inauguró el nuevo hospital de Allen, reconvertido en hospital general. Las antiguas salas de psiquiatría, de electroshocks y de contención de pacientes “furiosos” quedaron habilitadas como quirófano, sala de radiología y sala de partos.
* Jefe del Departamento de Salud Mental de Río Negro entre 1985 y 2000; actualmente asesor subregional de la Organización Panamericana de la Salud.
** Ex jefa de la División de Promoción de las Personas del Consejo de Salud Pública de Río Negro. Texto extractado de La desmanicomialización: crónica de la reforma del sistema de salud mental en Río Negro, de reciente aparición (Lugar Editorial).
VIDEO de la Transmisión en vivo Preestreno de Desmontar la Máquina - Se transmitió en vivo el 3 dic 2021
Caso Felipe Pettinato: qué dice la Ley de Salud Mental y cómo es su implementaci
El -médico psiquiatra y expresidente de la Asociación de Psiquiatras Argentinos- y Alicia Stolkiner -psicóloga especializada en Salud Pública con orientación en Salud Mental- explican qué sucede con la Ley de Salud Mental en Argentina y su implementación.
La Ley Nacional de Salud Mental (LNSM) volvió a estar en el centro de las discusiones luego de un hecho ocurrido la semana pasada en el departamento de Felipe Pettinato, hijo del conocido conductor Roberto Pettinato. Allí, un incendio produjo la muerte de Melchor Rodrigo, íntimo amigo de Felipe. El hecho está caratulado como “averiguación de causa de muerte e incendio”, y lo poco que se sabe hasta el momento es que el siniestro no fue ocasionado por un desperfecto técnico ni por un cortocircuito. Desde ese momento, Felipe Pettinato permanece internado en una clínica psiquiátrica.
Su hermana, la periodista Tamara Pettinato, se refirió a este episodio en su programa de radio y criticó duramente a la Ley de Salud Mental ya que, según señaló, “si fuera de otra manera, se podría haber evitado”.
Algo similar ocurrió el año pasado, cuando el músico Chano Carpentier, en medio de una crisis agredió a su madre y atacó con un cuchillo a un efectivo de la Policía Bonaerense que había sido enviado al lugar. Como resultado de este episodio, el músico terminó internado con un disparo en el abdomen.
¿El problema es de la ley o de su aplicación?
En diálogo con El Destape, el médico psiquiatra y expresidente de la Asociación de Psiquiatras Argentinos (APSA), Santiago Levin aclaró que —contrariamente a lo que dicen algunos profesionales de la salud y repiten muchos medios de comunicación— con esta ley es posible internar a una persona en contra de su voluntad. “Se hace y luego se informa al juez. Lo que sucede es que allí entramos en una zona en la que no todo funciona como debería. Las fuerzas de seguridad pueden cooperar o no, la ambulancia puede cooperar o no, el juzgado de turno puede atender o no. En el caso ideal, se puede acceder a realizar una internación involuntaria”. El especialista aseguró que el problema es el desfinanciamiento que existe en el sistema y un Estado que no termina de estar presente de los modos que la sociedad requiere para una atención cabal de la salud mental. Por eso, considera que se incurre en “una enorme simplificación y equivocación” cuando se cuestiona la ley luego de que tome relevancia una desgracia protagonizada por algún personaje famoso.
“Si tuviéramos que pedir modificaciones, serían en el sistema de salud, especialmente dentro del terreno de la salud pública. Desde su sanción, la LNSM indicó un camino a seguir, que es el de la construcción de una red de instrumentos intermedios entre la internación y la externación que no se ha terminado de construir. Estamos muy atrasados en ese camino. Si existieran residencias asistidas, casas de medio camino, acompañamiento terapéutico, equipos interdisciplinarios en todos los hospitales generales, equipos de intervención de urgencia, una capacitación de las fuerzas de seguridad, una contundente política sanitaria de prevención de los padecimientos mentales, de las adicciones, etc., se podrían prevenir muchas situaciones desgraciadas. El problema es que cuando el sistema está mal organizado y desfinanciado, estos asuntos terminan estallando cuando ya es demasiado tarde”.
En esa línea, la psicóloga especializada en Salud Pública con orientación en Salud Mental, Alicia Stolkiner, resaltó que si el sistema funciona mal es porque no se termina de implementar la ley. La responsabilidad va “desde profesionales de la salud que dicen, inclusive en los medios, que la ley no permite internaciones involuntarias hasta entidades gubernamentales que no le han dedicado a la ejecución de la ley los recursos que la misma reglamentación de la norma planteaba”, cuestionó Stolkiner.
Y agregó que hay muchos intereses corporativos y políticos que buscan dar de baja la ley. “Esto implicaría volver a generar una situación de discriminación contra personas con problemas psíquicos y está ligado con los movimientos que buscan volver para atrás sobre derechos adquiridos. Volver al modelo manicomial, que permite pensar que un sector de la sociedad, por su diversidad, debería estar encerrado”
¿Qué dice la Ley Nacional de Salud Mental?
La ley establece dos tipos de internaciones, la voluntaria y la involuntaria. “La internación es considerada como un recurso terapéutico de carácter restrictivo, y solo puede llevarse a cabo cuando aporte mayores beneficios terapéuticos que el resto de las intervenciones realizables en su entorno familiar, comunitario o social. Debe promoverse el mantenimiento de vínculos, contactos y comunicación de las personas internadas con sus familiares, allegados y con el entorno laboral y social, salvo en aquellas excepciones que por razones terapéuticas debidamente fundadas establezca el equipo de salud interviniente".
La internación debe ser lo más breve posible, en función de criterios terapéuticos interdisciplinarios. Tanto la evolución del paciente como cada una de las intervenciones del equipo interdisciplinario deben registrarse a diario en la historia clínica. En ningún caso la internación puede ser indicada o prolongada para resolver problemáticas sociales o de vivienda, para lo cual el Estado debe proveer los recursos adecuados a través de los organismos públicos competentes.
Para las internaciones involuntarias, la norma establece que “debe concebirse como ‘recurso terapéutico excepcional’ en caso de que no sean posibles los abordajes ambulatorios, y sólo podrá realizarse cuando, a criterio del equipo de salud, mediare situación de riesgo cierto e inminente para sí o para terceros.
La LNSM se enmarca en un nuevo paradigma mundial emanado de Naciones Unidas que es el de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, del año 2006. Por otra parte, este paradigma también está plasmado en el Código Civil y Comercial, sancionado en el 2015. Levin detalló que “ese nuevo paradigma nos pide que intervengamos lo menos posible en los casos de descompensación porque se considera que la persona, aunque tenga una discapacidad aguda transitoria, debe tener la mayor autonomía posible. Pero las dificultades en la atención de la urgencia en salud mental no son un problema de la ley en sí, sino del acuerdo general necesario en el terreno de la salud pública sobre cómo se tratan estas urgencias”.
“Por otra parte, es necesario decir que en este contexto, el o la psiquiatra que interviene en estas urgencias queda desprotegido o desprotegida porque en el terreno civil se le pide que intervenga lo menos posible para no afectar la autonomía de la persona con una discapacidad y en el terreno penal se le reprocha no haber hecho más para evitar un daño. Entonces muchas veces queda encajado entre dos océanos y tradiciones diferentes que les piden cosas diferentes”, añadió.
Con el foco en la prevención
Para Levin, el foco no debe estar tanto en la LNSM sino en el funcionamiento del sistema y en la prevención. “Necesitamos volvernos a preguntar qué es lo que está haciendo falta para que las situaciones de mayor urgencia sean atendidas como corresponde y para evitar que gran parte de estas situaciones que llegan a estos límites puedan ser atajadas antes”.
“Más que volver a mirar la ley, necesitamos llegar a un nuevo acuerdo con jueces y juezas de los distintos fueros, con los creadores, creadoras, financiadores y financiadoras de políticas sanitarias y de planes de salud para volver a discutir cómo se atienden los casos de urgencia, cómo se hace prevención y dónde se tiene que hacer la atención de los cuadros de descompensación mental. Además, se necesitan institutos especializados porque muchas veces los casos urgentes más complejos son rechazados en los hospitales generales”, sintetizó.
Por último, Levin sostiene que en el campo de la salud mental en Argentina falta muchísimo camino por recorrer: “Por más de que se estén haciendo cosas en las 24 jurisdicciones sanitarias que existen en el país, que funcionan de manera independiente, el sistema en su conjunto es insuficiente, hace agua por todos lados y está atrasado”.

sábado, 22 de octubre de 2022
Propaganda oficial, 1977. Televisión
Propaganda oficial de la dictadura
"Argentina, tierra de paz y de enorme riqueza. Argentina: bocado deseado por la subversión internacional. Que intentó debilitarla para poder dominarla. Fueron épocas tristes y de vacas flacas. Hasta que dijimos: ¡basta, basta de despojo, de abuso y de vergüenza! Hoy vuelve la paz a nuestra tierra y esta paz nos plantea un desafío el de saber unirnos como hermanos en el esfuerzo de construir la Argentina que soñamos".
Sin palabras. Memoria, verdad y justicia.
Promoción de la apertura de las importaciones de Martínez de Hoz
El modelo económico de Martínez de Hoz
Las formas pueden modificarse pero algunas prácticas económicas resisten el paso del tiempo. La memoria activa es un imperativo para determinar qué tipo de sociedad se quiere construir: una que incluya a las mayorías u otra que privilegie a las minorías.
Unidad 3: El Estado y las políticas, las políticas de salud y políticas de salud mental.
Unidad 3: El Estado y las políticas, las políticas de salud y políticas de salud mental.
Contenidos:
3.1. Estado y políticas sociales en Argentina; las trayectorias de la protección social, problemas y orientaciones de políticas. Tendencias actuales en el Estado y las políticas.
3.2. El sistema de salud en la Argentina, conformación, problemas. La atención de la salud mental en el sistema de salud, nuevas perspectivas y estrategias, la política de salud mental y la redefinición del campo de la salud mental.
Bibliografía Obligatoria:
Andrenacci, Luciano (Comp.) (2006) Problemas de política social en la Argentina Contemporánea. Universidad Nacional de General Sarmiento-Prometeo.
Bertona, María Celeste. Políticas públicas en salud. Análisis del modelo argentino desde el trabajo social. Documentos de Trabajo Social · nº54 ·137-152. (Selección).
Chiarvetti, Silvia (2008). La reforma en salud mental en argentina: una asignatura pendiente. Sobre el artículo: hacia la construcción de una política en salud mental, Revista Argentina de Clínica Psicológica. Vol. XVII: 173-182. (Selección).
Laguado Duca, Arturo Claudio y Rey Maximiliano (2016).Transformaciones de la estatalidad social en el régimen de acumulación post neoliberal. Revista Perspectivas de Políticas Públicas Año 6 Nº 11 (Julio - Diciembre 2016) ISSN 23622105 (ed. digital) , Págs. 39-64. (Selección).
Ley 26.657 (2010) Derecho a la Protección de la Salud Mental. Boletín Oficial Nº 32041, 3-12-2010.
Naddeo, Diego (2013) Hacia la consolidación de un cambio de paradigma. Lo fundamental de la Ley 26.657. Implicancias para la ciudad de Mar del Plata.
Tobar, Federico (2012). Breve historia del sistema argentino de salud, en: Garay, O (Coord.) “Responsabilidad Profesional de los Médicos. Ética, Bioética y Jurídica. Civil y Penal”. Buenos Aires. La Editorial La Ley. 2012
Contenidos:
3.1. Estado y políticas sociales en Argentina; las trayectorias de la protección social, problemas y orientaciones de políticas. Tendencias actuales en el Estado y las políticas.
3.2. El sistema de salud en la Argentina, conformación, problemas. La atención de la salud mental en el sistema de salud, nuevas perspectivas y estrategias, la política de salud mental y la redefinición del campo de la salud mental.
Bibliografía Obligatoria:
Andrenacci, Luciano (Comp.) (2006) Problemas de política social en la Argentina Contemporánea. Universidad Nacional de General Sarmiento-Prometeo.
Bertona, María Celeste. Políticas públicas en salud. Análisis del modelo argentino desde el trabajo social. Documentos de Trabajo Social · nº54 ·137-152. (Selección).
Chiarvetti, Silvia (2008). La reforma en salud mental en argentina: una asignatura pendiente. Sobre el artículo: hacia la construcción de una política en salud mental, Revista Argentina de Clínica Psicológica. Vol. XVII: 173-182. (Selección).
Laguado Duca, Arturo Claudio y Rey Maximiliano (2016).Transformaciones de la estatalidad social en el régimen de acumulación post neoliberal. Revista Perspectivas de Políticas Públicas Año 6 Nº 11 (Julio - Diciembre 2016) ISSN 23622105 (ed. digital) , Págs. 39-64. (Selección).
Ley 26.657 (2010) Derecho a la Protección de la Salud Mental. Boletín Oficial Nº 32041, 3-12-2010.
Naddeo, Diego (2013) Hacia la consolidación de un cambio de paradigma. Lo fundamental de la Ley 26.657. Implicancias para la ciudad de Mar del Plata.
Tobar, Federico (2012). Breve historia del sistema argentino de salud, en: Garay, O (Coord.) “Responsabilidad Profesional de los Médicos. Ética, Bioética y Jurídica. Civil y Penal”. Buenos Aires. La Editorial La Ley. 2012
UNIDAD 2 - La Nueva Cuestión Social, pobreza y exclusión
Unidad 2º: La Nueva Cuestión Social, pobreza y exclusión
Contenidos:
2.1. La nueva configuración social luego de los ‘90, características de los grupos dominantes, fragmentación de las clases medias y sectores populares.
2.2. Pobreza y exclusión social. Indicadores: línea de pobreza/LP, necesidades básicas insatisfechas/NBI, pobreza, vulnerabilidad, y exclusión social, nuevos pobres. El problema de las pobrezas según sectores y problemas.
Bibliografía Obligatoria:
Aleman, Jorge, 2018. El neoliberalismo es una fábrica de subjetividad -entrevista-. Revista Soberanía Sanitaria, pp. 54-58.
Beccaria, Luis y Vinocur, Pablo (1992) La pobreza del ajuste o el ajuste de la pobreza. Revista Ciencia Hoy. Volumen 4. (Selección).
Del Cueto Carla y Luzzi Mariana, 2019. La estructura social en perspectiva. Transformaciones sociales en la Argentina, 1983-2013. en Mariana Luzzi “Problemas socioeconómicos de la Argentina contemporánea: desde 1976 hasta la actualidad”. Los Polvorines: Universidad Nacional de General Sarmiento Parte III Capitulo 1, pp.243-268.
INDEC, 2022. Condiciones de vida Vol. 6, n° 7 Informes técnicos / Vol. 6, n° 90. Valorización mensual de la canasta básica alimentaria y de la canasta básica total. Gran Buenos Aires,
Kessler, Gabriel (2011). Exclusión social y desigualdad ¿nociones útiles para pensar la estructura social argentina? Nº 24Mercer, Raul (2013). Salud y pobreza en la Argentinas, Voces en el Fenix, N°22: 88-97
Murillo, Susana (2013). La estrategia neoliberal y el gobierno de la pobreza. La intervención en el padecimiento psíquico de las poblaciones. N° 22: 70-77.
Bucci Irene Leonor (2019). Compilación de Infancias(S). Progresos y retrocesos en clave de desigualdad. Documento estadístico. Barómetro de la Deuda Social Argentina. Universidad Católica Argentina, Buenos Aires.
UNIDAD 4 . Ciudadanía, Organizaciones de la Sociedad Civil y Movimientos Sociales
Unidad 4: Ciudadanía, Organizaciones de la Sociedad Civil y Movimientos Sociales
Contenidos:
4.1. Actores sociales, modelos de construcción de ciudadanía y emergencia de derechos. Los Movimientos sociales y los Nuevos movimientos sociales, debates y posturas. Actores colectivos, luchas sociales y ampliación de la ciudadanía. Entre la movilización e institucionalización, la autonomía y la implicación o cooptación. Las organizaciones de la sociedad civil, nuevas mediaciones sociales, para repensar la relación Estado-sociedad civil. Potencialidades y limitaciones como espacios de socialización, mediaciones con el Estado, realizaciones de políticas.
4.2. Análisis de experiencias de movimientos y organizaciones de la sociedad civil que se movilizan, expresan y organizan alrededor de problemas sociales de diverso tipo, y en problemas específicos de salud o vinculados a la salud. Se pondrá a disposición una compilación de materiales específicos no excluyentes de otras que pueden sugerir estudiantes y las/os docentes.
Bibliografía Obligatoria:
Cefai, Daniel (2003). Acción asociativa y ciudadanía común, en Aprendiendo a ser ciudadanos. Instituto de la Juventud: España. Selección pp. 93-111.
Delgado, M.; Saintout, F.; Molina Chávez, E. (2003) Movimientos Sociales. Buenos Aires, FLACSO. Mímeo.
Jelin, Elizabeth, Cagghiano, Sergio y Mombello Laura, editores (2011) Por los Derechos. Mujeres y Hombres en la Acción Colectiva. Buenos Aires, Trilce Editorial. Introducción, Capítulo 1y pp. 47-171.
Lado, Silvana Inés: Apuntes y reflexiones para el debate Ciudadanía, Acceso a Derechos, Estado y Democracia en América Latina, material de cátedra 2016. Disponible en www.pslamdq.blogspot.com
SELECCIÓN de MATERIALES de la asignatura sobre “El COVID y los problemas desde los actores y el Estado”.
UNIDAD 1 - 2022
Unidad 1º: Contexto Mundial y Génesis de la Estructura Social Argentina
Contenidos:
1.1. Contexto Internacional: Del período colonizador a la hegemonía inglesa, al surgimiento de EE.UU. como potencia mundial. La edad de oro del capitalismo. Neoliberalismo y nuevo paradigma tecno-económico, sus efectos en las relaciones sociales. Las crisis del capitalismo en el siglo XXI, las disputas de la hegemonía mundial, nuevas configuraciones regionales-estatales, y disputas en la región. Nuevos bloques en el espacio multipolar, las alternativas en Latinoamérica: entre proyectos neo-desarrollistas y socialismos del siglo XXI, y la restauración neoliberal. La inserción como mercado emergente subordinado o la conformación de un bloque de poder regional, regionalismos.1.2. La realidad Argentina: Las etapas de acumulación en Argentina en el siglo XX y XXI, estrategias de acumulación; Estado, poder y clases dominantes y fracciones de capital; estructura social. Etapa agro-exportadora y división internacional del trabajo, las migraciones internacionales, sus efectos económicos y políticos. Etapa de industrialización sustitutiva de importaciones en el marco de la postguerra, el justicialismo: rol del Estado, desarrollo industrial, alianza de clases, y mercadointernismo. La fase desarrollista, nuevas alianzas y desarrollo industrial. Etapa aperturista-neoliberal: dictadura y reformas económicas, represión y disciplinamiento social. La etapa neoliberal, reformas en el nivel estructural, institucional e ideológico en las políticas de los ’90, sus efectos sociales, en la relación Estado-sociedad, en la configuración cultural y las subjetividades. Crisis del ciclo neoliberal y disputas por un cambio de modelo, debates: entre un desarrollismo reindustrializador y un extractivismo reprimarizador, mercado internismo y dinámica exportadora; reestatización, empleo y protección social. Las experiencias postneoliberales y de restauración neoliberal.
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¿Qué es la ciudadanía? Las tradiciones y enfoques sobre ciudadanía varían a lo largo de la historia y a lo largo del mundo de acuerdo a lo...
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I. Nuevos movimientos v nuevas perspectivas teóricas El concepto de movimientos sociales es un concepto básicamente descr...